
Hoy, por desgracia, no os escribo como mera diversión, así como no pretendo que os divirtáis. Esto es serio, borrar esa estúpida sonrisa que asumo que estaréis poniendo (y a los que no, menudos amargados, ¿no? que reír es gratis, hombre) y escuchad atentamente, porque de ello depende vuestra supervivencia y la mía.
Iré paso a paso para no abrumaros. Mi advertencia va dirigida principalmente a las chicas, especialmente a aquellas demasiado centradas en su trabajo, obsesionadas con un ascenso, siempre colgando del móvil, que comen en el mcdonalds más cercano a la oficina, y que se acuestan a las nueve con un antifaz de volantes rosas. Bien, guapas, seguid así. En serio, vuestra vida puede ser algo desesperante, aburrida, pero de esa manera estaréis fuera de peligro, podréis seguir sentándoos cada tarde a ver el telediario local (o lo que aquí llamamos Madrid Directo), comiendo helado del bote y hablando con vuestros gatos.
Ahora bien, nunca, NUNCA, pronunciéis la frase "estoy demasiado ocupada como para salir con alguien ahora." Estaréis cavando vuestra propia tumba. Así que si, en alguna conversación con esa amiga pizpireta con la que compites por el puesto de asistente del jefe en la oficina sale el tema, desvíalo por completo. Con un simple "me importa una mierda, puta", bastará.
Aún así, no es suficiente. Estad siempre alerta, porque el día que os despierte una música animada, demasiado alegre para la mierda de vida que lleváis, y que no provenga de vuestro despertador, ya será demasiado tarde: estaréis dentro de una comedia romántica.
Cuando esto ocurra, que no cunda el pánico. No intentéis apagar esa música, la ponen en post-producción, es inevitable. Esperad a que la canción acabe sentadas en el borde de la cama. Cuando pare, volveos a meter en ella y dormid. En serio, ya sé que tenéis que ir al trabajo, y que si llegáis cinco minutos tarde esa zorra de Jillian os quitará el puesto, pero ningún ascenso es más importante que vuestra supervivencia. Recordad, ya que no podéis salir de ella, debéis intentar por todos los medios acabar la película tal y como la empezasteis.
Si es que todavía os lo tomáis a broma y habéis sido tan imbéciles de ir a la oficina, os aconsejo que, al menos, cerréis a cal y canto la puerta de vuestro despacho. A quienquiera que llame a él para algo que no se pueda resolver vía messenger, decidle que os estáis masturbando y que va para largo. Es absolutamente primordial que no establezcáis contacto con ningún otro ser humano (de todas maneras, no os resultará muy difícil, así era vuestra vida antes, ¿no?).
Porque, al más mínimo descuido, os encontraréis cara a cara con un atractivo joven sonriente, desenfadado, con la chaqueta del traje abierta y los abdominales destacando tras la camisa. Os entregará no sé cuántos archivos de parte de no se quién, pero no se acabará ahí la cosa. Se quedará mirando, interesado, cómo los guardáis apresuradamente en un cajón y volvéis al trabajo. Obviamente, sólo se interesará si sois mínimamente guapas. Las feas no tienen cabida en estas películas, lo siento. Fuera. A otro blog, que me espantáis a los lectores. ¡Shuuss, shusss!
En fin, él os dirá algo como "¿cuándo fue la última vez que saliste a divertirte un rato?", o alguna otra frase del mismo número de palabras que su coeficiente intelectual. Vale, aquí lo tenéis difícil. Sed frías, mirad a otro lado o imitad a vuestros gatos y bufarle a cada cosa que comente. O el extremo contrario, follároslo ahí mismo y a otra cosa. Recordad, estáis muy ocupadas como para salir con alguien. Pero, por encima de todo, no os sonrojéis. Porque eso él lo tomará como una señal de que os queda algo de sangre en las venas y os invitará a tomar algo.
El resto, caerá como las piezas del dominó. Saldréis esa misma noche, y en nada estarás por los suelos riéndote como una histérica, porque claro, él habrá puesto algo en tu bebida. Esto en las películas no sale, pero hay que ser listo y mirar las escenas inéditas en los extras del DVD. Por supuesto, te llevará a tu casa a acostarte (sabe donde vives, sí, viene todo en el guión. Perdón, guion. Maldita RAE), y despertarás al día siguiente muy avergonzada y enfadada contigo misma. Y con razón. Te lo encontrarás haciéndose el desayuno en tu cocina. Deberías echarle, pero te pueden sus encantadores ojos azules. Y claro, para una vez que alguien da uso a esa cocina...
No intentes arreglarlo haciendo como si nada hubiera pasado. Si lo haces, darás lugar a una serie de gags presuntamente divertidos, en los que él te gastará bromas pesadas en la oficina para llamar tu atención, mientras tú resoplas e intentas esconder las sonrisitas nerviosas. Tonta, que eres tonta.
Pronto, te darás cuenta de que le quieres. Sí, has hablado dos veces con él y hasta el día anterior le odiabas, pero resulta que le quieres. Renunciarás a tu trabajo, venderás el piso, matarás a los gatos (esto también en las escenas inéditas) y te mudarás con él a una casa en la costa, donde viviréis tranquilos, sin preocupaciones, y EN EL PARO, por imbéciles.
Y ya está. Por mucho que te haya intentado ayudar, me has desobedecido, y ahora eres feliz. ¿Te das cuenta lo que has conseguido?
Si eres Sandra Bullock, te perdono. De todas maneras, estás condenada a hundirte en esas películas desde que naciste.